miércoles, 10 de mayo de 2017

Si te gustó 50 sombras, ni se te ocurra leer Un amor a sus pies

No, no es un truco de marketing, es una advertencia de una autora honrada. ¿Quieres saber por qué?
En apariencia, su portada te puede sugerir que tratan de lo mismo, de una historia de amor y de BDSM, ya no solo como 50 sombras sino como tantas otras que existen en el mercado y tratan el tema desde un punto más o menos parecido a esta.

Esclavo Photo credit: dualdflipflop via Foter.com / CC BY

Una vez advertido esto, paso a enumerarte las diferencias:
El personaje masculino, Christian Grey (y, por extensión, el resto de personajes masculinos de novelas similares), está forrado. Gabriel es un simple funcionario, y encima de Hacienda. Casi ná.
Grey, al igual que la mayoría de protagonistas de novela erótica con temática BDSM, es Amo; Gabriel es sumiso, por si no ha quedado claro después de ver esta imagen o el booktráiler.
Hay una cosa que no me gustó de 50 sombras, y es que Anastasia se pasa toda la novela intentando cambiar a Grey y viceversa. Conchita y Gabriel se aceptan como son y ninguno pretende cambiar al otro. El amor consiste en aceptar a la persona, no en convertirlo en quien quieres que sea, y por eso lo reflejo así en mi novela.
Según mi punto de vista (bueno, toda esta entrada es producto, por supuesto, de mi punto de vista y no una verdad absoluta), me da la sensación de que E.L. James no tiene mucha experiencia en ciertos temas sexuales y me da que tampoco se ha documentado demasiado bien, tal vez confiando en que su propia imaginación le podría asistir. Es una pena que a esta autora le dé el impulso de escribir sobre prácticas tan morbosas y no se atreva a juguetear un poco. ¿Semen salado? ¿En serio? No es que yo sea Valerie Tasso, pero esa descripción me sacó un poco de mis casillas. Señora James, ligeramente amargo, entre mil matices y texturas más, y déjese de tanto misionero. Hay que divertirse. En mi caso, bueno, no voy a decir hasta dónde llegué para escribirla, eso lo dejo a la imaginación de cada cual, pero sí digo que me divertí mucho mientras la creaba y me documentaba. La vida es corta y hay que disfrutarla.
Otra cosa a destacar es la idea generalizada que encontramos en este tipo de novelas, de que, quien practica BDSM es alguien a quien le falta un tornillo o ha tenido algún tipo de trauma anterior. Conchita y Gabriel tienen sus fantasmas particulares como los tiene cualquier hijo de vecino, pero no tienen grandes traumas ni son asiduos visitantes al psiquiatra, sino gente normal que se siente diferente y punto. Eso es lo que aprendí en el tiempo en que me adentré en esta comunidad con intención de descubrir qué les movía a este tipo de prácticas. En lugar de encontrarme con unos grillados, hallé a gente muy inteligente y muy creativa, con sentimientos viscerales pero capaces de controlar sus impulsos para no dañar al otro, en el caso de l@s dominantes, y de dejarse llevar hasta el infinito y más allá en el de las personas sumisas. También me topé con algunos escritores, dicho sea de paso. ¡Ups! Ahora que me leo, creo que doy el perfil, jeje.
Volviendo al tema Grey en concreto, advertir que la prosa me decepcionó un poco. Si bien, el narrador es genial, hasta el punto de haberse imitado hasta la saciedad en otras novelas, hay un abuso de clichés y frases repetitivas, que, por otra parte, fue el secreto para llegar a todo tipo de lectores, tanto con estudios universitarios como con la educación básica. En "Un amor a sus pies" el narrador es en tercera persona subjetiva, no quise plagiar su primera persona en presente absoluto, y fue difícil entrar desde ahí a los personajes, por eso tuve que suplirlo con una prosa más rica. Pero no te asustes, que no te vas a encontrar lenguaje enrevesado ni nada que no vayas a ser capaz de leer, tengas la cultura que tengas.
Y si, después de leer el prospecto de mi medicamento contra el aburrimiento y de haber aceptado sus efectos secundarios, decides leer “Un amor a sus pies”, espero que la disfrutes. Y no se te olvide dejar un comentario en la plataforma donde la adquieras, sobre todo si es para decir lo que menos te ha gustado, porque la opinión de mis lectores es fundamental para seguir mejorando. Eso sí, tampoco me pongas por los suelos, sé constructiv@ 😊.

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