¿Quién soy?

Nací en Oliva de la Frontera (Badajoz) en 1972 pero, siendo apenas un bebé, mis padres pasaron a formar parte del éxodo rural y yo con ellos. Madrileña de adopción y extremeña de ida y vuelta, volví a mi Badajoz natal donde el amor me trajo hasta la pequeña y encantadora ciudad de Zafra.
De familia humilde pero de buena educación, enseguida comencé a devorar libros y perderme en las historias que los autores clásicos infantiles creaban para mí: Enid Blyton, Johanna Spyri... hasta que llegó aquella gripe, a la edad de once años cuando, aburrida por verme recluida en mi casa sin poder ir al colegio, se me ocurrió coger un fajo de cuartillas y un boli bic de color rojo y dejar fluir lo que se escondía dentro de mi cabeza. Desde entonces, ese bichejo, al que muchos llaman imaginación, se ceba conmigo y me obliga a crear sueños a diario.

Mi primera novela publicada El alma trasplantada, firmada bajo el seudónimo de Muireann Cooke, fue el detonante que me animó a sacar las viejas versiones del cajón del olvido y reconvertirlas, al igual que hice con ella. Eso fue lo que me indujo a presentar mi novela Hacia tu corazón al VI Certamen Vergara de Novela Romantica, del cual fui finalista. A esta le siguieron Un amor a sus pies y las dos primeras entregas de la saga Corazones desahuciados: A primer latido y Tres rosas robadas; eso sí, todas ellas en digital bajo el sello de Selecta, de Penguin Random House, salvo la primera, que puedes encontrarla, además, en papel desde enero de 2019.
De vez en cuando colaboro en alguna antología, aunque soy consciente de que soy novelista por naturaleza y el relato me cuesta un poco (sí, llamadme rara, normalmente suele suceder al contrario). Si quieres leer alguno de ellos, te recomiendo Historias para pecar, una selección de relatos eróticos donde se encuentra A través de la ventana, firmado bajo mi viejo seudónimo, que narra los deseos secretos de una mujer hacia su atractivo y misterioso vecino. Además, te adelanto que ya está en el horno una nueva antoligía de relatos eróticos, Sinfonías en la piel, donde podrás leer el mío particular, titulado Gabriel's oboe.
Pero no creas que solo me dedico a la novela romántica, también escribo poesía y estoy enfrascada en el arduo trabajo de una novela histórica. También intento musicalizar algunos de mis poemas y componer canciones que, sin permiso, se introducen en mi cabeza y piden pista para poder aterrizar en algún pentagrama vacío. Pero, como dijo Ende, eso es otra historia.

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